La Fotografía de Difuntos fue una práctica muy extendida en el siglo XIX y básicamente, consistía en vestir al cadáver con sus ropas personales e inmortalizarlo solo o en un último retrato grupal, con sus compañeros, familiares o amigos. Esto, lejos de ser una práctica morbosa y macabra, eran imágenes con cierto aire nostálgico en una época donde la muerte, más allá de un suceso funesto, era visto como un acontecimiento espiritual, sumamente sentimental que se debía rememorar como parte del ciclo de todos los seres humanos.
En primer lugar debemos tener en cuenta que por “fotografía post mortem” en general se entiende toda aquella realizada tras el fallecimiento de un individuo, por lo que es un término que engloba campos tan diversos como la toma de imágenes forenses, el registro de disecciones o la documentación periodística, en algunos casos. Sin embargo, el objeto de este texto no son esas disciplinas, sino las imágenes post mortem tomadas como recordatorio familiar del fallecido, es decir, fotografías encargadas por particulares para su utilización o exhibición privada, en general, dentro del propio hogar. Con esto presente vamos a trazar una historia, muy breve, de un género que fue tan famoso en su tiempo como oscuro y olvidado hoy en día.
Te mostraremos en este articulo varias fotos reales pos morten de la epoca.
Lilith