MONSTRUOSIDADES, TORTURA

Del Museo de los suplicios, tortura por marcas y mutilaciones.

Marcas y mutilaciones

En el Antiguo Régimen, la marca, que en su origen señalaba la frente de los esclavos y la pal­ma de la mano de los soldados, se reservaba a los ladrones y los reincidentes. Se mantuvo en las Colonias, donde el artículo 38 del Código Negro de Colbert (1685) preveía su aplicación a los sir­vientes de color:

«Al esclavo fugitivo cuya huida se prolongue durante un mes, a contar desde el día en que su amo lo haya denunciado, se le cortarán las orejas y se le marcará con una flor de lis en un hombro; si reincide y se fuga durante otro mes, contado también a partir del día de la denuncia, se le cor­tará la pantorrilla y se le marcará una flor de lis en el otro hombro; la tercera vez se le castigará con la muerte».Deshonra indeleble, la marca actuaba a modo de auténtico registro de antecedentes pe­nales (Marguerite Rateau), en una época en que este sistema aún no se había inventado. Con un hierro candente sacado de las brasas, el verdugo aplicaba en el hombro derecho (o en los dos hombros, en caso de reincidencia) una flor de lis, una cola de armiño o las letras V, D o GAL, que eran las iniciales de las palabras ladrón (en fran­cés, voleur), desertor y galeote. La marca en for­ma de V era la más frecuente, pues era la que se aplicaba a los ladrones principiantes. «Aquellos o aquellas que, no habiendo sido nunca captura­dos por la Justicia —declara la Ordenanza de 4 de marzo de 1724—, sean por primera vez acusa­dos de robos que no sean domésticos o no hayan sido cometidos en iglesias, serán condenados, como mínimo, a la pena del látigo y a la imposición de una marca en forma de letra V, sin perjuicio de la aplicación de penas mayores si así se considerara oportuno.» Los bandidos ocultaban esta infamia dejándose crecer los cabellos y una barba hirsuta. Tampoco los autores de delitos menores escapaban a la temible quemadura. En Diñan, en 1780, un tal Pierre-Jacques Pinson, criado de granja de trece años, fue fustigado durante tres días y a continuación marcado, por haber robado unas monedas (Archivos de las Costas de Bretaña del Norte, 1.116). La crueldad de tal castigo infligido a un niño, ¿nos da pie para abordar el tema de las mutilaciones? Solapado con frecuencia, aunque siempre morboso, este suplicio, que va de la tonsura a la castración, se da en todos los ambientes y todas las época Segun el modo en que se efectúe, el corte de pelo ridiculiza o castiga. El annamita a quien se le corta el pelo, o la mujer que es castigada con esta pena por haber practicado la prostitución con el enemigo, se sienten humillados, pero sufren mucho menos que el individuo al que se le arranca. La tonsura, aplicada en Israel y en Grecia, en Persia iba acompañada de la aplicación de brasas de carbón sobre la piel; y lo mismo hacían los pieles rojas arrancadores de cabelleras de América del Norte. Otra práctica freSegún el modo cuente era la del arrancamiento del vello púbico, y, por extensión, de las cejas y las uñas. Bajo éstas se colocaban a veces mechas azufradas o astillas. En otros lugares, se castigaba a los criminales cortándoles la nariz, las orejas o los miembros. Diodoro de Sicilia (1,60) nos relata que Actisa-nés, rey de Etiopía, ordenó cortar la nariz a los bandidos del país y los envió a fundar la ciudad de Rinocolure, que tal vez fue el primero de todos los campos de concentración. En Bizancio, el corte de la nariz era común, y el emperador Justiniano II lo sufrió en propia carne. El des-orejamiento también era una práctica corriente en las picotas, en las que clavaban la oreja del condenado o la desprendían. En 1480, en Lam-balle, a un tal Jacques Medal le cortaron la oreja por hurto (Archivos de las Costas de Bretaña del Norte, 83). Durante las guerras de religión, la oreja del enemigo se consideraba como un emblema o un hermoso fetiche. Se confeccionaban collares con ellas, al igual que los primitivos hacían con los dientes y los maxilares inferiores, y el caballero de Béthume se hizo célebre por llevar colgada del cuello una cadena de orejas de sacerdotes católicos.

El corte de la mano derecha, práctica que subsiste en varios países árabes y en Camerún, era frecuente en la antigüedad. Así se castigaba no sólo a los ladrones y los adúlteros sino también a los vencidos. Sistemática en Egipto, Babilonia y Etiopía, esta mutilación también se practicaba en el imperio de Darío. Los prisioneros griegos que se presentaron a Alejandro durante su marcha sobre Persépolis atestiguaron haber sufrido este castigo. El rey, escribe Diodoro (XVII, 69), «vio cómo iban a su encuentro alrededor de ochocientos griegos en actitud suplicante: habían sido reducidos a la esclavitud por los predecesores de Darío. Todos aquellos desgraciados, la mayoría de ellos de edad avanzada, estaban mutilados: unos tenían las manos cortadas; otros, los pies; otros, las orejas y la nariz; y a los que sabían algún oficio o industria, no les habían dejado sino los miembros necesarios para ejercer sus conocimientos. La visión de todos aquellos infortunados, respetables por su edad y por sus sufrimientos, suscitó la simpatía de Alejandro, que no pudo contener las lágrimas…». Además de las manos, se mutilan también los pies: las consecuencias son menos graves y el efecto, más sobre-cogedor. En épocas no muy lejanas, las cojeras provocadas abundaban en África y el Oriente islámico. En la Biblia, el rey Adoni Bezeq se complace en obligar a setenta semejantes a arrastrarse bajo su mesa y coger con sus muñones las sobras del festín (Jueces, 1,7).

Los textos relativos a la salvaguarda del orden público en el Antiguo Régimen eran sólo algo menos severos que los citados anteriormente. La pena de muerte se aplicaba en raras ocasiones, pero las mutilaciones corporales eran frecuentes. Hasta finales del siglo XV, llevar armas, alborotar por la noche y raptar muchachas eran causa, al menos, de flagelación y corte de orejas. La Ordenanza de 12 de marzo de 1478 dice:

«Que nadie sea tan osado y audaz como para reunirse con fines disolutos, o para llevar armas de noche, o para realizar cualquier clase de excesos… so pena de ser colgado y estrangulado quien obrare de modo contrario después de la presente publicación, o como mínimo ser apaleado y acabar con las orejas cortadas.

»Que nadie irrumpa en una casa, ni tome o se lleve a una mujer contra su voluntad, pues será castigado con la misma pena.»

Parece que la embriaguez era más tolerada. A los borrachos les estaba permitido reincidir hasta cuatro veces antes de cortarles la oreja. Las malas acciones, cometidas bajo la influencia de las bebidas alcohólicas podían ser perdonadas a cambio de un pago por daños y perjuicios.

«Para evitar ociosidades, blasfemias, homicidios y otros inconvenientes y perjuicios provocados por la embriaguez, se ordena que a todo aquel que sea hallado borracho por primera vez, se le declare incontinente y sea castigado a permanecer a pan y agua; la segunda vez, aparte de lo anterior será azotado en prisión con varas o con el látigo; la tercera vez será fustigado públicamente; y si es incorregible, será castigado con el corte de una oreja y con la infamación y el destierro de su persona…» (Edicto de 30 de agosto de 1536 sobre la acción de la justicia en el ducado de Bretaña, cap. III.) . Por último, existen dos mutilaciones atroces que quitan todo deseo de vivir: el cegamiento y la castración. En pro del género humano, desearíamos que no hubieran sido practicadas con tanta frecuencia. Sin embargo, las encontramos también por doquiera.Nabucodonosor ordenó que sacaran los ojos a Sedecías, y Sansón, tras ser cegado, hizo girar la muela por cuenta de los filisteos (Jueces, XVI, 21). Los merovingios y los soberanos de Bizancio y Bulgaria arrojaron a sus enemigos a cisternas después de cegarlos. En abril de 1477, Luis XI, por pura bondad, caridad y misericordia, ordenó golpear los ojos del traidor Jean Bon hasta reventarlos. Como la operación no fue un éxito completo al primer intento, el preboste de la Casa real envió a dos arqueros para que remataran el trabajo.

Estos delicados métodos no desaparecieron en la larga noche medieval, y así, resurgieron con ocasión de las guerras balcánicas y de la segunda guerra mundial. En Kaputt. Malaparte relata que, en el curso de una visita a Ante Pavelic, vio sobre el escritorio del dictador un objeto que le intrigó enormemente. «Pavelic —escribe— levantó la tapa del cesto y, mostrándome aquella especie de moluscos, aquellas ostras viscosas y gelatinosas, me dijo con su eterna sonrisa lasa: “Es un obsequio de mis fieles seguidores, los ustasi: veinte kilos de ojos humanos”.» Claro que el hecho no tiene nada de extraordinario para quien recuerde que, en 1014, Basilio II ordenó sacar los ojos de los 15.000 prisioneros búlgaros tras la batalla de Balasitsa. El refinamiento chino desdeñaba esta enucleación chapucera tan desagradable de contemplar. Los chinos preferían, con mucho, la cal viva que, según nos confirma el doctor Nass, causaba atroces dolores:

«Con las manos atadas a la espalda, de rodillas y con la cabeza sostenida por el ayudante del verdugo, la víctima, con una espantosa mueca, espera el terrible momento: el torturador coge delicadamente entre el pulgar y el índice un trozo de cal viva y lo deposita en la córnea de cada ojo. El resultado es rápido y seguro, como se puede apreciar al ver retorcerse, víctima de indecibles sufrimientos, al condenado, cuyos ojos quedarán quemados para siempre por la sustancia cáustica. En algunas provincias se suavizaba la tortura colocando un paño entre el ojo y la cal, y así el cegamien-to se obtenía al precio de un sufrimiento menor» (Curiosités médico-artistiques, 3.a serie, p. 106).

En cuanto a la castración, ¿acaso es peor que el cegamiento? Se trata de un tema delicado, que hubiera sido preciso discutir con Abailard y los cantores de la Sixtina… En el campo militar, fue practicada en el antiguo Oriente y en Abisinia, donde la tradición seguía manteniéndose en el reinado de Menelik. En el Antiguo Testamento encontramos frecuentes alusiones a la privación de los órganos genitales. Los enemigos vencidos, o sus hijos, convertidos en eunucos, custodiaban los harenes de los reyes. E Isaías amenaza a Eze-quías con una suerte similar: «Tiempo vendrá en que será llevado a Babilonia todo cuanto hay en esta casa… Y de los hijos que de ti saldrán, de los engendrados por ti, tomarán para hacer de ellos eunucos del palacio del rey de Babilonia» (II Reyes, XX, 15-18).

En el ámbito civil, la castración afectaba fundamentalmente al delito de violación: el culpable recibía el castigo en el instrumento de su pecado. Así sucedía en Egipto, donde se establecía una sutil distinción entre este crimen y el adulterio propiamente dicho:

«Las leyes relativas a las mujeres eran muy severas. El acusado de haber violado a una mujer libre, debía ser castigado cortándole los órganos genitales, porque se consideraba que este crimen contenía en su propia esencia tres males enormes: el insulto, la corrupción de costumbres y la confusión de la descendencia. Por el delito de adulterio cometido sin violencia, se condenaba al varón a recibir mil varazos, y a la mujer al corte de la nariz: el deseo del legislador era que ésta se viera privada de sus atractivos ya que sólo los había empleado para seducir» (Diodoro, I, 78).

 

 

 

 

 

DEMONOLOGIA

Lamias

Demonios que se encuentran en los desiertos bajo la figura de una mujer con cabezas de dragones en los pies.

La lamia habita también en el cementerio, desentierra cadáveres y se los come, no dejando mas que los huesos.

Después de una gran guerra vieronse en Siria una infinidad de lamias, por muchas noches, que devoraban los cadáveres de los soldados sacados fuera de la tierra. quisieron perserguirlas y algunos jóvenes mataron muchas a tiros y al otro día se reconoció que aquellas LAMIAS eran hienas y lobos.

Encuentrese en Libia lamias muy veloces en el correr,  para devorar mejor a los viajeros, les muestran sus gracias sin hablar porque su voz es un silbido de serpiente. Se supone que hay también de estos demonios en África, pero sea lo que quiera, es cierto, dice Leloyer, que existen de ellos, puesto que esta creencia era muy admitida entre los antiguos.

El filósofo Menipe fue amado de una lamia, pero lo avisaron que desconfiase y no le pudo atraer para devorarle. Semejanzas los hechiceras, añade Leloyer, estos demonios son muy golosos de chiquillos.

Los demonomanos no están conformes sobre las figuras de las lamias. Torquemada dice en su examen, que son mujeres con pies de caballo, otros las llaman lechuzas, por el grito y las golosinas, otros dicen ser una especie de sirena, y otros lo comparan a los golos de Arabia.

Se han dicho muchas extrañeza de estas singulares mujeres.  Vierio habla mucho de estas monstruosas mujeres, en el libro tercero de su obra Los Prestigios, y también ha consagrado una obra particular sobre las Lamias.

MONSTRUOSIDADES, TORTURA

Del Museo de los suplicios, tortura y muerte por medio de la jaula.

Las Crueles jaulas, la cual hacia las delicias de Luis Xl, quien gustaba de tener a sus prisioneros al alcance de su mano para poder mortificarlos a su antojo.

la permanencia en la jaula solía ser muy larga. Philippe de Commynes, que sufrió durante un tiempo este suplicio, afirma que su inventor, Guillaume de haracourt, estuvo 14 años en la jaula. " El Rey nuestro señor -escribe Commynes- hizo construir varias jaulas de hierro o madera  con la parte exterior cubiertas de placas metálicas y la interior de terribles herrajes, la jaula tenia unos 8 pies de ancho, y su altura era superior a la de un hombre.

La idea fue del obispo Verdum, a quien encerraron en la primera que se construyo, permaneció en ella catorce años. Muchos después , le han maldecido, y yo también, pues bajo el reinado de Carlos VIII estuve en una de ellas, ocho meses" ( memorias. Libro VI, cap.XI ).

Estas jaulas reales no tenían nada que ver con las anilladas de hierro provistas de una bala de cañón que se colocaba alrededor del tobillo. Fuera metálica o de madera, la jaula presentaba diversas variantes. Se podía obligar al condenado a permanecer en cunclillas en un espacio reducido, o acurrucado en una especie de esfera.

Sir  Leonard Skeffington, que presto servicio en la torre de Londres en los tiempos de Enrique VIII, invento una especie de torno al que se le dio el nombre deformado de Scavenger, el cual  ceñía a la víctima y la obligaba a doblar totalmente el cuerpo hasta la planta de los pies, provocandole una violenta hemorragia nasal

Se podía adornar la jaula con pinchos acerados y esposas, como en aquella barbara máquina utilizada antaño en sicilia:

" Unas bandas circulares de acero sujetaban las  diferentes partes del cuerpo, rodeando rodillas, caderas, cintura brazos y cuello. Una llantas de acero cruzaban estas bandas desde las caderas hasta el centro de la cabeza. Unas barras y placas, asimismo de acero, ceñían y sostenían las piernas y los extremos inferiores de unas espuelas se clavaban en los pies de tal modo que, en comparación, la crucifixión hubiera parecido una delicia. Cada espuela estaba provista de tres pinchos acerados que perforaban la planta de los pies de la víctima. En la banda central había unas esposas que impedía cualquier movimiento de brazos y manos. En el punto de confluencia de los círculos de acero, por encima de la cabeza, un solido gancho sujetaba todo el aparato en cuello interior se hallaba suspendida la víctima. (Once a week, 26 de mayo 1866 ).

Encerrada en tan triste jaula, la muerte por inanición ponía final sufrimiento de la víctima. A veces , una esposa ahorrativa vendía los huesos del condenado a los aficionados a los recuerdos macabros. La picola, las cadenas y las argollas no tenían un componente tan trágico . Se puede decir lo mismo de otras penas? si nos referimos a las marcas, las mutilaciones y la practica de la flagelación, evidentemente, no, puesto que estas atentan aun mas contra la integridad física del sujeto condenado.

       

      

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA DAMA DE HIERRO

DEMONOLOGIA

Ukobach

Demonio de una orden inferior.  

 

Se muestra, siempre con su cuerpo inflado, a quien se dice el inventor de los fuegos artificiales.

 

Es el que Belzebu tiene encargado custodiar el aceite de los calderos infernales.

LIBROS, MONSTRUOSIDADES

Licantropo, hombre lobo

La crecencia de algunos hombres, voluntariamente, por medio de ciertas practicas mágicas, o involuntariamente, por influjos no controlados, pueden transformarse en animales feroces , esta extendida a lo largo del mundo.

Cuando se habla de licantropía cabria pensar que hay que limitarse a las transformaciones a lobo( lykos en griego), pero pero esta interpretación es excesivamente reductiva. En efecto, el conjunto mítico de la metamorfosis también permanece estructuralmente invariado cuando esta no se refiere a lobos, por tanto, con este nombre me refiero a al casuística metaforfosica en su sentido mas amplio, presidiendo del animal elegio. Este animal varia según las zonas geograficas.La transformación

La transformación puede realizarse conforme a tres modalidades diferentes, no siempre representadas en la misma civilizaciones, puede ser inducida o voluntariamente.

La transformación incluida es obra de un mago o brujo.

La transformación voluntaria esta operada por el mismo licántropo, las brujas acudían al aquelarre (dance of the sabbath).l

La transformación espontánea también en realidad es siempre inducida, o sea por una fuerza agente exterior a la víctima y desconocida por este, pero ya no se trata de voluntad humana que actúa, sino de un influjo natural, generalmente identificable con la luna.

Ampliaremos licantropía.

 

 

 

DEMONOLOGIA

Melchom

Melchom

 

 

Demonio que cuida del tesoro en los infiernos y que paga en el a todos los empleados y funcionarios públicos. 

DEMONOLOGIA

Corte infernal

Corte Infernal

 

Wierius y muchos autores demonomanos, muy prácticos en el intimo conocimiento de los infiernos, han descubierto que en ellos todo se gobierna como en este mundo, que hay príncipes, nobles, plebeyos, etc.

Han tenido también la ventaja de haber podido contar el numero de demonios y distinguir sus empleos, sus dignidades y su poder.

Según lo han escrito, SATANAS no es el soberano del infierno, Belzebuth o Belzebu, manda en su lugar y debe reinar hasta el fin de los siglos.

He aquí el estado actual del gobierno infernal.

 

Príncipes y grandes dignatarios.

Belzebut, jefe supremo del imperio del infierno y fundador de la orden de la mosca.

Satanas, príncipe destronado, jefe del partido de la oposición. Eurinomo, príncipe de la muerte, gran cruz de la orden de la mosca. Motoch, príncipe del país de las lagrimas, gran cruz de la orden de Plutón, príncipe del fuego, también gran cruz de la orden y gobernador de las regiones inflamadas.

Pan, príncipe de los incubos y Lilith, de los subcubos.

Leonard, gran señor de los sábados, caballero de la mosca. Belberinto, gran pontífice, dueño de las alianzas. Proserpina, archidiablesa, soberana princesa de los espíritus malignos.

 

Cuerpo de ministros del despacho. Adrameleck, gran canciller, gran cruz de la orden de la mosca. Astaroth, tesorero general, caballero de la mosca. Nergal, jefe de la policía secreta. Baal, general en jefe de los ejércitos infernales, gran cruz de la orden de la mosca. Leviathan, gran almirante, caballero de la mosca.

 

Embajadores. Belfegor, embajador en Francia, Mammon, en Inglaterra, Belial, en Italia, rimmon, en Rusia, Thamuz, en España, Hutgin, en Turquia y Martinet, en Suiza.

 

Justicia.Lucifer, justicia mayor, caballero de las moscas. Alastor, ejecutor de sus sentencias.

 

Casa de los príncipes. Verdelet, maestro de ceremonias, jefe de los eunucos del serrallo. Chamoos, gran chambelán, caballero de la mosca. Melchom, tesorero pagador, Nisroth, jefe de la cocina. Behemoo copero mayor. Dagon, gran panadero. Mullin, primer ayuda de cámara.

 

Gastos secretos. Robals, director de los teatros, Asmodeo, superintendente de los casas de juegos. Nibas, gran farsante Burlesco, antecristo, charlatán y nigromántico. Buguet, la llama el mono de dios.

Lo mejor de todo es que Mr. Berbiguier ha escrito en 1821, después de haber trasladado a este libro la lista de los príncipes de la corte infernal. “Esta corte tiene también sus representantes sobre la tierra, que son aquellos que en su nombre, persiguen a los desdichados mortales".

Sus mandatarios son innumerables, pero cada uno de ellos tiene la misión particular de oponerse a los pasos de la víctima que se le señala. Es mi deber, continua, el hacerle conocer al UNIVERSO aquellos que sin piedad no cesan de atormentarme”.

Iré nombrado según el grado de poder de cada uno de ellos, vedlos aquí:

 

Moreau, mágico y brujo en Paris, representante de Belzebut.

Pinel, padre medico, representante de Satanás.

Bounet, empleado en Versalles, representante de Eurimono.

Bouget, socio de Nicolas, representante de Plutón.

Nicolas, medico en Aviñón, representante de Moloch.

Bautista de Moulins, representante de Pan.

Prieur, droguero, representante de Lilith.

Esteban Prieur, de Moulins, representante de Leonard.

Papon Lominij, primo de los Prieur, representante de Baalberith.

Lavalette, la Mansotte y la Vandeval representan a la archidiablesa Proserpina.

DEMONOLOGIA

Monarquia infernal

La monarquía infernal conponese según Vierius de:

 

Un emperador que es Belzebut, de siete reyes que reinan en los cuatro puntos cardinales y son: Bael, Pursan, Byleth, Paymon, Belial, Asmodeo y Zapan.

 

Dieciseis duques, a saber: Agares, Busas, Gusayn, Batymh, Eligor, Valefar, Zepar, Sytry, Bune, Berith, Astaroth, Vaper, Chas, Pricel, Muros, Alocer.

 

Trece marqueses, que son : Lamon, Loury, Naberus, Farreas, Rieve, Marchacias, Sabnac, Gamigyn, Arias, Andras, Androalf, Cimeries y Fenix.

 

Diez condes; a saber: Barbatos; Botis, Morux, Ipes, Furfur, Raym, Halfas, Vine Decaridia yZalcos.

 

De once presidentes; que son: Marbas, Buer, Glacialabolas, Forcas, Malfus, Gaap, Caim, Volac, Oze, Amy y Haagenty.

 

De muchos caballeros, como : Furcas, Bifrons, Etc.

sus fuerzas se componen de 6.666 legiones y cada legion de 6.666 demonio. Vease Corte infernal.  

DEMONOLOGIA

Principe del sombrio imperio, OROBAS

 

Orobas

 

Gran príncipe del sombrío imperio, al que se ve bajo la forma de una hermoso caballo, cuando aparece bajo la forma humana, habla siempre de la esencia divina.

Cuando se le consulta, da verdaderas respuestas sobre lo pasado, presente y porvenir, hasta acerca de la divinidad y la creación.

Descubre la mentira, da dignidades y tiene a sus ordenes veinte legiones.  

DEMONOLOGIA

Danza del Sábado, Aquelarre. Dance of the sabbath.

 

 

small_IMG_1621Danza del Sábado, Aquelarre

Pedro Delancre afirma que las danzas del sábado vuelven a los hombres furiosos y hacen abortar a las mujeres. Las doncellas persas añade, danzan aun en los sacrificios como se hace en el sábado, es decir, desnuda y al son de un instrumento, pues las brujas que bailan en estas malditas asambleas, van enteramente desnudas o en camisa, con un enorme gato pegado al trasero, como muchas de ellas han declarado. La danza llamada “la rueda” es la mas común y la mas indecente.

El diablo enseñaba también a los brujos de Ginebra, varias especies de Danzas, para las cuales se servían de varas y palos del mismo modo que los que hacen bailar a los animales.

Había en este país una mujer a la cual el Diablo había dado una vara de hierro que tenia la virtud de hacer danzar a cuantos tocaba, en su proceso burlabase de los jueces, y les protestaba que no podrían hacerla morir, pero renuncio muy pronto a esta pretensión ( demonomanía ).

Los demonios danzan con las brujas mas bonitas, ya en forma de chivo o ya de cualquier otro animal, unense también con ellas carnalmente, de suerte, se dice que ninguna mujer ni doncella alguna, vuelve tan casta como había ido.

Bailase generalmente en rueda de espaldas unos con otros, rara vez solos o dos no mas.

Formase tres líneas, la primera se llamaba la gitana, la segunda se ejecuta como los bailes de nuestros payases en el campo, es decir, saltando siempre, y vueltos de espaldas a la tercera línea que lo esta también a ellos, en la cual se colocan a lo largo teniéndose asidos las manos y chocando acompasadamente de trasero, hombre y mujer.

Ejecutasen estas danzas al sonido de un tamboril, de una flauta, de un violín, o de cualquier otro instrumento al cual pegan con un palo, esta es solo la música del sábado, y sin embargo brujos a habido que han afirmado que no se han oído en el mundo mejores y mas bien ejecutados conciertos.