Pequeña demoníaca que hubo en 1598, perdió el uso de sus miembros; lleváronla a la iglesia del Salvador para exorcizarla en donde la encontraron poseída de cinco demonios llamados: lobo, gato, perro, lindo, grifo.
Dos de estos demonios le salieron por la boca en forma de pelotillas gruesas como el puño, la una encarnada como fuego y la otra que era el gato enteramente negra, las demás no salieron con tanta precipitación.
Cuando todos estos demonios estuvieron fuera de la joven, dieron muchas vueltas alrededor del fuego y después desaparecieron. Se ha sabido que Francisco Secretain fue quien hizo engullir a la joven estos diablos con una corteza de pan ahumado.