EL alemán Konstantin Raudive completó y perfeccionó hasta el virtuosismo el método descubierto por Jürgenson para grabar «las voces de los muertos», de modo que se le considera el padre de las psicofonias. Los experimentos de Raudive, llevados a cabo con la valiosa colaboración de varios ingenieros de sonido y científicos de primera talla, como el físico del Instituto Saint Gall Alex Scheneider, cristalizaron en un increíble informe, acompañado de un disco, que se publicó en 1968 bajo el título de «Lo inaudible se hace audible siguiendo las huellas de un mundo de espíritus».
Entre las sorpresas aportadas por las experiencias de Raudive figuran las muy insólitas de que las «voces» se manifiesten a través del magnetófono, incluso cuando este se encuentra en una habitación completamente vacía. De la lectura del libro de Raudive se desprende que éste, como Jürgenson, creía que las «voces» procedían de seres desencarnados, los cuales se dirigían a él personalmente tratando de advertirle algo. Algunos de estos «espíritus» eran” de su familia.