Es la tan famosa muralla, que separaba la Iglaterra de Escocia y de la cual aún hoy día subsisten algunos fragmentos, que el tiempo no ha maltratado. La solidez de los cimientos y la dureza de las piedras han persuadido a los habitantes de las vecinas comarcas, que había sido edificada por el diablo, y los más supersticiosos tienen cuidado de recoger los más pequeños pedazos, los cuales mezclan con lo que compone los cimientos de su casa, para comunicarla la misma solidez.
Fue mandada construir por Adriano.